El
Té para Londres y para los ingleses
Cada vez que uno piensa en los
ingleses, tarde o temprano tendrá imagenes que nos hemos hechos hacia ellos,
justas o equivocadas que sean. Uno de los primeros pensamientos, será la vista
de una sala de estar con las personas reunidas para tomar un té. Este modus
vivendi britanico es todo excepto que un estereotipo y hace parte realmente de
sus maneras de vivir, así como nosotros estamos acostumbrados a tomar un cafe
con le che por la mañana. El té ha cambiado la manera de interactuar y de
socializar de los ingleses, que, para asumir esta costumbre, han viajado por
todas partes, han combatido guerras ganandolas, y a veces, viviendo profundas
delusiones.
Todo
empezo con la planta verde, parecida a muchas otras, que verás en la etiqueta.
La primera vez que se
hablo de té, fue alrededor del 1650, cuando se introdujo en las islas britanicas
junto con el café y el chocolate.
Al principio se tomaba como
bebida fortalecedora, como si fuera el
Red Bull de aquel
entonces. Era también
una alternativa a la cerveza para la clase trabajadora. Aquí empieza una antigua
controversia ingles, antes el té con leche o la leche con té, que todavía
existe en las fatidicas preguntas de costumbre cotidiana inglés.
Inglaterra fue la ultima entre
las grandes potencias del mar en establcer un propio presidio en el comercio del
té con China e
India. Los primeros fueron los portugueses que comerciaban en especias en
aquellas zonas, fondando la colonia de Macao en el sur este de la costa china y
que contrasignaron sus cajas de exportación del Chá (como llamaban el té) con la
letra T dieron el nombre a la bebida (es raro pero es verdad). Fueron ellos los
primeros en introducir el té en Europa, seguidos por los holandeses y los
franceses. Los cargos de té hacia Inglaterra empezaron a partir del 1650 en el
periodo de Oliver Cromwell, pero era solamente el principio de
todo.
En los otros paises el té
empezo a estar de moda cuando llego a ser un status symbol para la aristocracia
europea. Llego a ser de
moda en Inglaterra con la restauración de la monarquia bajo Carlos II en lugar
de Cromwell. En 1662 Carlos II se caso con Caterina de Braganza, hija
del Rey de Portugal, que se llevo no solamente la costumbre de beber té, sino
también como dote los territorios indios de Bombay y Tanger. Eso permitio a la
Compañía de las Indias Orientales ingles de construir una base comercial
permanente para poder sostener y alimentar la demanda
de té
por parte del mercado britanico
Como con otros productos
esoticos, al principio el
té era tan caro que solamente
las personas ricas podian permitirselo. Luego, como los comercios y la
producción aumentaron los precios gradualmente empezo a bajar para llegar a ser
accesible a la mayor parte de la población a tal punto que remplazo la cerveza
como bebida nacional. No habiá pasado mucho tiempo de hecho cuando el té
importado llego a sr menos caro de la cerveza producida en Inglaterra.
En este sentido la bebida
llego a ser interclasista, en cuanto era de interes sea par el rico que para el
pobre, creando un espacio común, al menos en este, bajo el eslogan “tea time",
la hora del té.
Por un breve periodo
durante el siglo XIX, el comercio del té lo hacían grandes veleros llamados
clippers (uno de estos era el famoso Cutty Sark que aún puedes
admirar en Greenwich en el sur este de Londres). Estos barcos
estaban pensados expresamente para grandes viajes ocanicos en el extremo
oriente, con la circumnavigación de Africa y el Cabo de Buena Esperanza.
La Compañía de las Indias
Orientales estaba tan orgullosa de la velocidad de sus propios clipper que los
viajes se trasformaban a menudo en carreras contra el tiempo entre veleros, con
apuestas para quien llegaría antes a Londres. A menudo la gente se vantaba de
beber el té que procedia del barco que había llegado primero.
Una de las carreras más
increible tuvo lugar en 1866 entre cinco veleros que salieron desde el puerto
chino de Foochow el 29 de mayo y lleagron a Londres el 6 de septiembre con una
media hora de distancia el uno del otro. Estos barcos tan bonitos se fueron
desutilizando con el tiempo, por la apertura del canal de
Suez en 1869 y con el uso
de barcos a motor.
La compañía de té más
grande e importante en Inglaterra por un par de siglos fue la ya llamada
Compañias de las Indias Orientales, fondada por decreto real de Elisabeta
I, el 31 de diciembre del 1600. La compañía tuvo el monopolio del
comercio del té, que en principio se importaba de India, y, a partir del 1711,
del sur de la China. La demanda de esta planta era enorme y el provecho que se
sacaba era comparable a lo de un coloso petroleo moderno. La compañía tenía su
propio ejército de decenas de miles de soldados, gestionaba las colonias, y
grandes territorios y combatia guerras para asegurarse las mejores rutas
comerciales.
Solamente a partir del 1834,
su monopolio se fue perdiendo por la posibilidad creciente de que también otros
actores privados ingleses podian comercializar en té. Con el sucesivo Navigation
Act del 1849, que de hecho liberalizaba el comercio, también compañias del
exterior podian competir y la Compañia de las Indias perdio su dominio
comercial. A la misma Compañía se le quito el poder politico, después de un
amutinamiento de tropas indigenas en India en
1857.
A partir del siglo XVIII el té
se hizo muy popular también en las colonias ingleses, sobre todo en las
prosperas colonias del Norte de America. Sin embargo, esta bebida era motivo de
malestar en tierra de America a causa de los altos aranceles a favor de
Inglaterra. Esta situación fue motivo de un boicotaje del comercio del té por
parte de muchos colonos americanos. En
1773, un cargo de té chino en tres veleros, llego al puerto de Boston, en
Massachusetts, después de haber sido rechazado en muchos otros puertos de la
costa este de America del Norte.
Esta vez, los tres veleros
intentaron romper el bloqueo con la protección y con la amenaza de un barco de
guerra. Minetras que los barcos estaban parados, antes de descargar la
mercancía, un grupo de rebeldes llamados “Los hijos de la libertad” tomaron
posesión de los barcos, y echaron al mar el
té. De consecuencia, las
autoridades ingleses cerraron el puerto. Lo que paso se recuerda como el famoso
"Boston tea party" y dio lugar a la primera guerra de independencia americana.
Eso explica el por que
los americanos dejaron el té por el café y viceversa en Inglaterra el té asumio
también un sentido patriotico.
Uno de las tiendas de té
más grandes en Londres era y es desde el 1707 el Fortnum & Mason en Piccadilly,
que vende aproximadamente 60 variedades de té, sin hablar de otros tipos de
infusiones. El individuo comerciante de té más importante Thomas Lipton, de
Glasgow, hizo que su nombre llegara a ser casi el sinonimo de esta bebida.
Al principio el té se
vendia solamente en las farmacias y había de dos tipos: el té verde muy
conocido entre los chinos, y el té negro preferido por los ingleses y los
occidentales en general.
Ahora hay muchas más
variedades, pero las primeras dos todavia hoy tienen el monopolio de gustos. La
marca de té más vendida hoy en Gran Bretaña es el PG Tips, junto con el
Tetleys y el Typhoo.
Los ingleses consuman un
promedio de 2, 1 kilos de té pro capite al año, uno de los datos más alto del
mundo, junto con Irlanda y Turquía.
Como dice Sting en
su canción Englishman In New York: "I don't drink coffee, I take tea, my
dear", "No bebo café, soy inglés cariño".
No puede ser de otra manera
para una nación que consuma 48 billones de tazas de té cada año.
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