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Breve historia de Londres
Breve
historia de Londres
Las primeras
noticias que tenemos de Londres remontan al año 43 d.C, y se trata de noticias
sobre las colonización romana que empezó en aquel año. Ya se habían efectuados
expediciones en las tierras de los britanos por parte de Cesar en el 55 y 54
a.C, luego por Claudio y Adriano, que a su vez construyo el famoso “Muro de
Adriano” (en latín Vallum Hadriani), una muralla que recorría la costa este a
la de oeste del norte de Inglaterra para protegerse por las invasiones de las
tribus de los Pictos Escoceses.
Pronto, la colonia de Londinium, se convirtió en uno de los asentamientos
romanos más importantes, sea por la posición estratégico-militar, sea por los
tráficos navales y comerciales.
El aglomerado urbano ocupaba casi exactamente la zona que hoy es el barrio
financiero y de los negocios de la Grande Londres-la City-dominada por las dos
colinas en la ribera septentrional:
St Paul
y
Cornhill, alrededor de las cuales, hacia finales del siglo II, fue
construido una muralla. Exiguas ruinas se conservan en el
London Wall
en el Museo de Londres, mientras que en pasaje subterráneo entre Tower
Hill y la Torre de Londres se encuentran las huellas de la edificación
originaria.
Con la romanización de la Bretaña la ciudad y las islas se acercaron por primera
vez a las costumbres de Europa, y además, al cristianísimo. Sin embargo, en el
479, bajo la presión de los bárbaros en el continente, las legiones romanas
empezaron la retirada, y Londinium como el resto del País, empezó a ser victima
de cíclicas invasiones por parte del as poblaciones germánicas y nórdicas
(Sajones, Jutos, Noruegos, y especialmente Daneses) que instauraron un modelo de
vida substancialmente agrícola y feudal, contra la civilización urbana de los
Romanos. Eso llevo a un progresivo declino de la ciudad, que tardo algo como
cuatro siglos para volver a ser un activo centro de intercambio comerciales y
culturales. Fue el cristianismo, entre el primero y segundo milenio, que trajo
una renovación cultural, que culmino con la coronación del rey santo Eduardo
el Confesor (1042), anglosajón de madre normana. Con él hubo se ampliaron
los confines de la ciudad, en cuando se estableció a Westminster,
justo donde hizo erigir la celebre abadía.
La ciudad medieval
Un cambio importante en la historia británica y en la misma Londres fue la
llegada al poder del normano
Guillermo I,
llamado "el Conquistador" por haber arrebatado el trono a Haroldo II de Wessex
en 1066 en la batalla de Hastings.
Durante su
reinado mando construir la Torre de Londres y fue ordenada la compilación del
Domesday Book, el primer registro de Inglaterra.
El nos cinco siglos siguientes-desde la conquista de Guillermo hasta el reinado
de
Elizabeth I, a través de
Enrique VIII que, después de que el Papa no reconoció su divorcio de
Caterina de Aragón para casarse con Anna Bolena, fundó en 1534 la
Iglesia nacional anglicana que él mismo se estableció como cabeza – Londres
registro una notable expansión territorial con un incremento enorme de la
población, llenándose entonces de grandes edificios.
Elizabeth I (1558-1603), después de haber hecho decapitar la prima, la católica
Maria Estuardo, reina de Escocia, potencial pretendiente al trono, y
haber derrotado en mar la potente flota de la Invencible Armada española
que había acudido para apoyar los católicos, hizo de Inglaterra una de las
grandes potencias europeas, reconfirmando entonces la importancia de Londres
capital. Las artes volvieron a florecer: la zona de Bankside, la
callecita a lo largo de la ribera sur del
Tamigi
desde que un tiempo se accedía a los principales almacenes del puerto y de que
se admiraba (y aún se admira) una vista excelente de la ribera septentrional con
St Paul y la City, se transformo en la primera "teatropoli".
Aquí surgía el
Globe Theatre (reconstruido desde poco) donde Shakespeare ponia en
escena sus obras. Sin embargo Bankside fue también el precursor de los barrios
donde prosperaban burdeles y ambiguas tabernas.
Oliver Cromwell
sucesivamente quiso hacer orden, y con la Guerra Civil del 1648 destrono la
monarquía y trajo una época puritana. Solamente después de la Restauración
del 1660 las representaciones fueron nuevamente toleradas, a tal punto que se
empezó la construcción del Teatro Real del
Covent Garden.
Desde el
Grande Incendio de Londres del 1666
hasta el metro
La Londres
medieval dejo de existir el 2 de septiembre del 1666 cuando un Grande Incendio
empezado en Pudding Lane destruyo los tres cuartos de la ciudad.
En estas fechas, de hecho, nace la Londres moderna por que a partir de ese
momento una nueva disposición de ley impone la construcción de edificios en
albañilería. De la catástrofe quedan unas reliquias: se puede imaginar como era
una calle elisabetiana visitando Staple Inn (High Holborn, WC1) con las
plantas superiores salientes (en la calle angosta) o bien Prince Henry's Room
(17 Fleet Street EC4), la vecina Middle Temple Hall con el techo de vigas
de encina y la iglesia Temple Church.
También la
Guildhall (de Gresham St, EC2) se salvo del fuego siendo parcialmente en
albañilería, así como las principales construcciones de la Torre.
Además se puede tener una idea del aspecto diferente de la City, visitando el
museo de St Paul donde están expuestos los modelitos de la catedral
gótica destruida por el fuego, sobre la cual luego se edifico la actual iglesia.
El mayor desarrollo como relevante centro de comercios hubo lugar en los siglos
XVIII y XIX. Ya al principio del setecientos Londres era el centro más
importante de la zona de libre intercambio europeo, con un sistema bancario
avanzado y una potente flota mercantil. Gracias al incremento de los comercios,
se construyeron grandes almacenes del puerto, con puentes, canales, y el
ferrocarril, una de los últimos acontecimientos ese que dio lugar luego con el
reinado de la
Reina Victoria, la realización de la revolución industrial.
El ferrocarril fue también utilizado para los transportes urbanos con la
construcción de la primera línea subterránea del metro que fue inaugurada
en el marzo del 1863.
El siglo XX
A los albores del siglo XX, Londres era ya, por dimensiones y población, una
grande metrópoli cuyo esplendor fue gravemente dañado por las heridas de la
Segunda Guerra Mundial.
Todo el mundo sabe de lo que paso en la ciudad durante la guerra, en particular
sobre las destrucciones durante los blitz de los aviones alemanes del 7 de
septiembre 1940 hasta el 11 de mayo 1941, y durante este periodo, sin
interrupción, por 57 noches consecutivas. Entre los barrio mayormente dañados
estaban Westminster (con un ataque aislado en
Buckingham Palace),
Holborn y la misma City, donde un tercio de sus edificios quedo destruido. Aquí
también la
Catedral de St Paul casi se derrumbo por la quinta vez.
La bomba
sin estallar, ubicada en sus bases, fue desconectada y hecha estallar en otro
lugar, creando un cráter de un diámetro de unos treintas metros.
La salida victoriosa de la Segunda Guerra Mundial y la subida al trono de
Elizabeth II (1952) fueron para Londres el principio de la edad
contemporánea, caracterizada por una larga serie de metamorfosis y rápidos
cambios conseguidos con dificultades, hostilidades y errores, pero siempre
contenidos dentro de un debate civil.
En efecto, a partir de la posguerra, Londres dejo de ser la capital del Imperio,
pero si de un País modernamente industrializado con un liderazgo indiscutible en
las finanzas internacionales.
El adhesión al
Mercado Común Europeo, en el junio del 1971, sufrida y contrastada, es ya un
irreversible dado de hecho. El sistema político, tradicionalmente mirado hacia
una sociedad de bienestar colectivo (welfare state), ha sido transformado
por nuevas formulas liberales, basadas sobre las privatizaciones y el culto del
provecho, lo que ha creado, junto con una mayor riqueza, también mucha más
pobreza. Ha
sido luego clamorosa el momento crucial sobre la cuestión irlandesa, que Londres
parece querer solucionar. En fin, hay un nuevo fenómeno, aunque no del todo
evaluable, que tiene que ver con la desafección hacia la casa real, cuya imagen
está ofuscada por los frecuentes escándalos.
En estos últimos años cada vez más se habla del cambio del
clima,
hoy más variable que ayer cuando era permanentemente lluvioso; es difícil saber
si eso está determinado por una serie de leyes para combatir la polución
industrial y el común smog producido un tiempo por chimeneas, o al contrario sea
causado por otros cambios climáticos.
Londres
hoy
Londres está viviendo actualmente una edad ultramoderna, empezada en los años
’80 con un bum arquitectónico y edilicio. Amplias zonas de la ciudad han sido
remodernizadas, embellecidas, mejoradas a nivel urbanístico, sin cambiar el
aspecto de manera radical, como la misma
Piccadilly Circus, centro de la ciudad, cuya ultima restauración ha
podido esconder hábilmente las profundas modificas. La zona del
South Bank Center, en la ribera meridional del Tamigi, ha resurgido como
centro de las Artes.
Covent Garden, tradicional zona de mercado hortofrutícola, ha sido
transformado en un gran círculo urbano, con plazas en las cuales se van
exhibiendo malabaristas y músicos, con tiendas, restaurantes y café en el enredo
de las calles circunstantes. Al lado de los edificios tradicionales y antiguos
de la City, los Lloyd's han preferido proyectarse hacia el futuro
reconstruyendo la sede con la arquitectura más moderna en vidrio y acero; y en
Bank, desde poco ha surgido, a la dirección de Number One Poultry, una nueva y
discutida construcción todo en rosa, que ya ha sido llamada Lego Building.
Un grande conjunto direccional ha sido edificado alrededor de la estación de Liverpool
Street, mientras que, para acoger los trenes Eurostar que utilizan el nuevo
Túnel de la Mancha, ha sido construida una futurística estación en Waterloo.
Sin embargo, el mayor crecimiento edilicio se ha concentrado en la vieja zona de
los almacenes del puerto. Se trata de
Docklands,
un barrio grande tres veces la Venecia de las lagunas que es ya una ciudad
dentro la ciudad. Tiene de hecho un propio aeropuerto, una línea del metro
ligera que la va recorriendo casi enteramente, flamantes edificios high-tech, y
una gran cantidad de oficinas y apartamentos.
Con la asignación en Londres de las
Olimpiadas
del 2012
se
espera un ulterior desarrollo de la ciudad, que interesará esta vez la parte del
este. El continuo reinventarse de Londres la han convertido en la capital del
mundo.
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